Nanopartículas para combatir el glioblastoma

Grupos de investigación de Galicia y Castilla-La Mancha colaboran en un estudio sobre las acciones farmacológicas de nanopartículas con el objetivo de desarrollar un posible tratamiento frente al glioblastoma, un tipo de tumor cerebral para el que actualmente no hay un tratamiento efectivo.

Fluorescencia en células

La Unidad Asociada Neurodeath perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha y el grupo Biofarma del CIMUS de la Universidad de Santiago de Compostela están colaborando en el cribado del efecto farmacológico de nanopartículas basadas en glúcidos sobre la actividad de ciertas moléculas intracelulares. El objeto de este estudio consiste en descartar su toxicidad y valorar su progresión hacia los estudios in vivo para avanzar en la fase preclínica de desarrollo de una posible terapéutica frente al glioblastoma, un tumor cerebral para el que actualmente no existe un tratamiento eficaz y que afecta a unos 25.000 ciudadanos de la Unión Europea cada año.

Por un lado, los datos obtenidos en este estudio indican que las nanopartículas estudiadas no afectan de forma significativa a la actividad enzimática de diversas cinasas, un grupo de enzimas clave en la señalización de dentro de las células para su correcto funcionamiento. Asimismo, estas nanopartículas no tienen ningún impacto sobre varios tipos de citocromo p450, una diversa y grande familia de proteínas que, entre otras funciones, son fundamentales para el metabolismo de los fármacos dentro de nuestro cuerpo. Un incorrecto funcionamiento de estas proteínas podría interferir con tratamientos con más de un fármaco a la vez, afectando su acción y su grado de toxicidad.  Finalmente, estas nanopartículas tampoco parecen afectar el potencial de membrana de las células, es decir, el balance entre cargas negativas y positivas dentro y fuera de la célula, un factor de extrema importancia en el funcionamiento celular y en la transmisión de los impulsos nerviosos, entre otros.

Así pues, y a modo de conclusión, los datos sugieren que estas nanopartículas no son tóxicas y podrían ser transportadores eficaces de fármacos y material genético para el tratamiento de diversas enfermedades, incluyendo el glioblastoma.

Esta colaboración se enmarca dentro de la Línea de actuación 3: “Plataforma de cribado de fármacos y análisis interacciones fármaco-diana” del Plan Complementario de Biotecnología Aplicada a la Salud.