El programa “Ciencia Radical”, inaugurado el pasado lunes día 20 de enero, fue un espacio para reflexionar sobre cómo la ciencia puede ayudar a entender y transformar nuestra realidad. La mesa redonda de los cuatro Planes Complementarios promovió un diálogo abierto entre expertos y público, debatiendo los grandes avances científicos y los dilemas éticos, sociales y medioambientales actuales.
El pasado lunes 20 de enero, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) inauguró el programa Ciencia Radical, un evento pionero que conecta la ciencia, el arte y las humanidades para reflexionar sobre los grandes retos del siglo XXI. En este espacio de diálogo, se abordaron temas como la biotecnología, la comunicación cuántica y la transición energética, en un debate abierto entre expertos y el público.
El evento comenzó con las palabras de Judith Carrerra, directora del CCCB, quien presentó el programa y destacó la relevancia de crear espacios de diálogo para “hacer preguntas y generar respuestas en nuestro tiempo”. A continuación, el Director general de Recerca al Departament de Recerca i Universitats de la Generalitat de Catalunya, Joan Gómez Pallarès, subrayó cómo “Ciencia Radical” refleja la necesidad de explorar las raíces de los problemas contemporáneos y de enfrentarlos con una perspectiva multidisciplinar. Gómez Pallarès citó al emperador, filósofo y pensador Marco Aurelio, enfatizando la misión de la ciencia a continuar trabajando para el bien común a pesar de las adversidades contextuales.
La mesa redonda, moderada por el periodista Toni Pou, estuvo formada por los directores de cuatro centros de investigación punteros de Cataluña —el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), el Instituto de Física de Altas Energías (IFAE), el Sincrotrón ALBA y el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), responsables de los cuatro Planes Complementarios liderados por Cataluña: Lluís Torner (director fundador de l’ICFO), Caterina Biscari (directora del Sincrotró ALBA), Josep Samitier (director de l’IBEC) i Eugenio Coccia (director de l’IFAE) expusieron los programas más estratégicos de la investigación de frontera actual y reflexionaron sobre el impacto que tienen en el conocimiento y la sociedad.
Durante la mesa redonda no sólo se habló sobre el papel fundamental de la colaboración multidisciplinaria para los avances científicos, sino que temáticas como la ética y la sostenibilidad fueron temas centrales del evento. En efecto, los participantes reflexionaron sobre los dilemas éticos que surgen, por ejemplo, con la ingeniería genética y las implicaciones de estas tecnologías. “La sociedad debe conocer qué se puede hacer y qué no, y los comités éticos son fundamentales”, señaló Samitier, apuntando a la necesidad de un debate profundo sobre los límites de la ciencia. Samitier, además, resaltó la importancia de cuestionar lo establecido y fomentar un espíritu crítico en la ciencia, “debemos salir de lo que está establecido para ver más allá”, afirmó.
Por su parte, Eugenio Coccia, director del IFAE, reflexionó sobre la importancia de que la ciencia sea siempre respaldada por principios éticos. “Estamos en una época en que surgen ‘peligros nuevos’, por lo que la curiosidad científica debe estar acompañada de una educación ética constante”, comentó Coccia. Lluís Torner, director del ICFO, profundizó en la relación entre la vida y la muerte, sugiriendo que nuestros órganos pueden seguir vivos después de nuestra muerte, en otras personas. “La muerte se entiende como la incapacidad de nuestro organismo de trabajar de manera conjunta. Sin embargo, nuestros órganos, por separado, pueden seguir viviendo”, afirmó Torner.
Caterina Biscari, directora del Sincrotrón ALBA, abordó la necesidad de vincular sostenibilidad y progreso, destacando que “a la curiosidad no se le tienen que poner barreras, pero sí debemos trabajar para un futuro sostenible”. Asimismo, se discutió el concepto de One Health, una visión integral de la salud que entiende que la salud humana no es un problema aislado, sino que depende de la salud global del planeta. “La salud humana está profundamente conectada con la salud del planeta. El cambio climático y otros factores globales afectan nuestra salud, por lo que necesitamos tratar la salud de manera global”, explicó Samitier.
Por último, Caterina Biscari abordó la importancia de una educación integral que combine la ciencia con las humanidades. “La investigación básica es el motor de la innovación. Querer hacer solo ciencia aplicada pone barreras a la libertad de la ciencia”, afirmó. La directora del Sincrotrón ALBA subrayó que el conocimiento de las humanidades es esencial en la educación para garantizar una formación completa en la sociedad. Además, compartió que su propio interés en la física surgió gracias a la inspiración de su profesor de filosofía.
El evento también puso de relieve la necesidad de colaboración multidisciplinaria en la ciencia. “Para resolver los grandes retos, necesitamos diferentes puntos de vista. La ciencia de frontera trabaja en los límites del conocimiento, donde las preguntas son tan grandes que no podemos resolverlas solos”, afirmaron los participantes. Además, Samitier explicó que la colaboración público-privada es clave para avanzar en la ciencia, pero es fundamental que los poderes públicos fomenten la investigación científica y no la dejen únicamente en manos privadas. En este sentido, la educación, la investigación pública y la cooperación internacional son fundamentales para avanzar hacia un futuro más sostenible y ético.
Para más información sobre el programa y registro a las actividades, visite la página web oficial del CCCB: https://www.cccb.org/ca/projectes/fitxa/ciencia-radical/246732
Este proyecto, integrado en el marco del PERTE para la Salud de Vanguardia, ha sido cofinanciado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades con fondos de la Unión Europea NextGenerationEU, del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR-C17.I1) y de la Comunidad Autónoma de Cataluña a través del ICFO, el Sincrotrón ALBA, el IBEC y el IFAE.